Nadie puede empujar el río

Fundación BilbaoArte -2016

Maipo

Circuito de cerámica negra para drenaje de aguas según el dibujo del río Maipo principal río de la Región Metropolitana de Santiago, Chile.

cerámica, cobre, mangueras, válvula solenoide, piscinas de madera, escaleras de madera cortadas mediante CNC, recipientes de plástico.

2.00x70x1.50 cm

Catastros de agua

2015-2016

Canaletas de cerámica, cobre, bidones de plástico, mangueras, solenoide, bomba de agua, 5 litros de agua de Ría, base de madera y alquitrán.

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Nadie puede empujar el río, es un proyecto comenzado en el marco de la residencia de Bilbao Arte el año 2015, bajo el nombre de Catastros de Agua. Este proyecto en continuo desarrollo visibiliza diferentes cuencas hidrográficas para, de algún modo, medir el tiempo a través de la forma de un río. Esta publicación abarca dos proyectos importantes realizados en dos diferentes lugares del mundo, Bilbao-España y Santiago de Chile; con dos ríos que les cruzan con menor o mayor caudal de agua, la Ría de Bilbao y el Maipo. El estudio formal de ambos ríos ha sido representado mediante canaletas de cerámica, en donde las características del material han dado la pendiente de gravedad. 

Como dos clepsidras con una temporalidad otorgada por la naturaleza de su forma, estos dos circuitos por donde el agua circula son representaciones a escala de dos cuencas hidrográficas. Ambas piezas establecen una medida temporal, dada por el tiempo de recorrido que tiene la caída del elemento a través de un sistema de cañería de loza, fabricada manualmente a partir de moldes. Al recorrer el circuito, el agua decanta hasta bidones de 10 litros con mangueras conectadas a bombas eléctricas; este sistema hidráulico permite un continuo infinito únicamente pausado para dejar fluir el líquido pendiente abajo, por gravedad. El tiempo de caída que tiene el agua por dentro de la canaleta está dado también por la cantidad de litros que existen para alimentar cada circuito, funcionando cada pieza como analogía a un pequeño río con una reserva específica de agua, agotada por condiciones propias de su naturaleza, como son la gravedad, la velocidad y por evaporación.

La muestra nadie puede empujar el río, estudia la fuerza de gravedad como la principal condicionante de la caída y del orden de las cosas, asignando una temporalidad específica a todo en la Tierra y en el Universo. Bajo la imposibilidad de empujar o detener el tiempo, el proyecto inserta esta interrogante mediante la caída del agua y su descenso por un territorio fabricado; se trata de contemplar, observar y entender el orden de las cosas según una faceta más cotidiana. 

El tiempo pasa, se evapora, y comienza con otro ciclo sometido sin escapatoria a nuestra fuerza gravitacional. Pensar en la fuerza de gravedad y la relación que coexiste con el tiempo, es volver a recordar una y otra vez que pertenecemos a un sistema solar que gira y que altera o condiciona naturalezas como el agua, los fluidos, el fuego y las formas. Observar la caída de las cosas es entender a pequeña escala por qué somos como somos y el mundo que habitamos; observar el agua como un elemento condicionado por una fuerza magnética y por una atracción, es comprender que somos sólo espectadores ante un universo que no podemos empujar.

 
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Video Nadie puede empujar el río

 

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